Nuestros cuerpos son un misterio y en ocasiones tenemos reacciones fisiológicas sorprendentes o inesperadas, pero todas tienen explicaciones científicas.

Debes haber tenido un sueño en el que te caíste de la cama o de un edificio y de repente te despertaste.

Este fenómeno, se conoce como espasmos mioclónicos, y funcionan como unos espasmos, como el hipo. Son pequeños movimientos bruscos e involuntarios durante el sueño provocados por contracciones o relajaciones musculares repentinas. En este caso, serían una forma de parasomnia porque se producen mientras dormimos.

Algunos investigadores creen que los espasmos mioclónicos son causados ​​por falta de sueño, estados emocionales como ansiedad, preocupación o fatiga, y consumo excesivo de cafeína. Cuando está despierto, el cerebro envía señales eléctricas a las extremidades como mecanismo de defensa.

¿Cómo evitarlos?

La clave para evitar estos calambres nocturnos involuntarios es tu estilo de vida. El trabajo y el descanso diarios afectan en gran medida la calidad del sueño, y se deben observar el trabajo y el descanso regulares.

Una dieta equilibrada y el ejercicio diario también son buenos ayudantes para el sueño. Deben evitarse las bebidas con cafeína, el tabaco y otros estimulantes. Si sus convulsiones son causadas por la ansiedad o el estrés, puede comenzar a realizar actividades que lo relajen, especialmente antes de acostarse.